El derechohabiente señala que le han negado citas ya programadas en el hospital Valentín Gómez Farías
Constantes negativas para otorgarle atención, citas programadas que la institución incumple y hasta discriminación por parte del personal de la salud, es parte de la denuncia que realiza un ciudadano en contra del Hospital Valentín Gómez Farías del ISSSTE, caso que ha llegado a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Discriminación (Conapred).
Eduardo es derechohabiente del ISSSTE desde hace 35 años, sin embargo, nunca le ha sido tan necesario el servicio como actualmente en que una lesión en la columna lo ha llevado a ver su salud afectada de manera importante, que le genera caídas constantes y consecuentes lesiones en rodillas y codos, pero la lucha por recibir atención médica ha resultado más desgastante que el propio padecimiento.
Al problema de la columna se le suma una dificultad nasal que le genera dolor, así como un tumor en uno de sus pulgares, que, de acuerdo a la valoración médica, debe ser retirado, sin embargo, aunque sus problemas comenzaron en diciembre de 2019, transcurrió todo 2020 y el primer semestre de 2021 y ninguno de los males le ha sido atendido.
Tras las quejas interpuestas ante diferentes instancias, en abril de 2021, Eduardo finalmente recibió una respuesta por parte de la Coordinación de Atención al derechohabiente mediante oficio CAD/344/21, firmado por la Subdirectora de Atención al derechohabiente del Hospital Valentín Gómez Farías, Vanessa Prieto Barrientos.
En dicho oficio, la funcionaria del ISSSTE argumenta que no se ha dejado de brindar atención médica puesto que se surte de medicamento al paciente y explica las dificultades que ha atravesado el hospital a causa de la emergencia de la pandemia, pero además extiende las fechas programadas para recibir la atención en cada una de las áreas involucradas para el 20 y 27 de abril, sin embargo, al acudir en las fechas programadas, de nueva cuenta no fue atendido, pues el médico responsable, “me cuestionó sobre quién me había dado las citas y me dijo que no me podía atender”, explicó Eduardo.
Tras lo anterior, y ante la nueva queja por parte del derechohabiente, se reasignó una nueva cita, aunque esta con fecha del mes de agosto, es decir a casi un año de la primera queja interpuesta por el ciudadano, que hace hincapié en el mal servicio y falta de disposición por parte de algunos trabajadores de la salud, mientras tanto, el paciente sigue lidiando con problemas que cada vez se vuelven más agudos y difíciles de llevar.
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