El inmueble es uno de tantos que han sufrido daños a consecuencia de las obras de la Línea 3 de Tren Ligero
El templo de San Francisco, joya colonial de Guadalajara, permanece cerrado desde hace cuatro años al ver afectada su infraestructura a raíz de la construcción de la Línea 3 de Tren Ligero, sin embargo, nadie parece hacerse responsable de la situación, pero además, no existe un proyecto de intervención que brinde certeza sobre el futuro de este inmueble.
De acuerdo al arquitecto y restaurador de monumentos, Alfredo Varela, “el templo podría venirse abajo con un sismo de más de 4.6 de magnitud Righter, pues no se han realizado trabajos a conciencia para frenar la afectación estructural sino simples intervenciones para maquillar el daño real.
«La resanaron la subsanaron, pero el suelo está dañado, la causa de esas fallas es que el suelo está dañado porque del lado frontal norte le inyectaron cemento y acá se quedó igual entonces a la hora que haya un temblor esto va a fracturar y colapsar porque las estructuras no resisten ningún tipo de tensión, entonces en temblor de 4 grados … se fractura y se va a caer todo, se viene abajo por eso está cerrado, aparentemente está bien, el suelo está mal lo que no se ve».
El inmueble registra un desplazamiento considerable, al haberse modificado por el paso de la tuneladora parte del terreno con cimbra más sólida a base de concreto y acero y el terreno original en donde descansa la nave de la iglesia, hoy fracturada en cuatro partes.
En la torre de alrededor de 40 metros de altura, fueron colocadas placas de acero pintadas de color casi similar a la cantera pero estas realmente no tienen una utilidad para la protección del inmueble, mucho menos para evitar daños mayores.
El templo de San Francisco no sería el único afectado tras las obras de la Línea 3, así lo señala el Ing. Salvador Lazcano Díaz del Castillo, que consideró que los estragos cometidos a consecuencia en el centro histórico de Guadalajara es lamentable puesto que se omitió considerar que las condiciones particulares del subsuelo tapatío son diferentes a las de otras partes del mundo.
«Aquí en esta zona le batallaron mucho, recordemos que durante las obras, constantemente eran detenidos los trabajos, arrancaban y luego paraban, una de las razones fue que encontraron un material altamente abrasivo. El jal y el pomex debieron desgastar las herramientas que utilizaron, por el sistema que utilizaron al dar curva generó mayor vibración de la que calcularon, lo que pudo causar mayor afectación”, dijo.
Finalmente el ex Secretario de Desarrollo Urbano, Ing. Sergio Carmona Ruvalcaba, fue categórico al señalar que la omisión, combinada con la ineficacia de las instituciones involucradas, mismas que participan en mesas de trabajo ante la SCT, donde los argumentos vertidos justifican la afectación de la iglesia por causas totalmente ajenas a la línea 3, el INAH guarda silencio en complicidad con los organismos que intervinieron para autorizar que los trabajos se realizaran a pesar de las advertencias que los diferentes sectores tapatíos hicieron y que ahora, parecen haber sido proféticas.
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