El covid está matando al circo

Familia cirquera teme que ante rebrote de contagios en el Estado se les obligue cerrar nuevamente, consideran que significaría el fin de su circo.

El circo de los Hermanos González nació en 2016, está conformado por catorce artistas, todos familiares, que pertenecen a la cuarta generación en dedicarse al arte circense.
Toda la familia cirquera ha pasado la mayor parte de su vida bajo las carpas y definen al circo como su hogar y lo mejor que les ha pasado.

Con la pandemia COVID-19, cambió totalmente su rutina, se vieron afectados con el cierre del circo y tuvieron que buscar otra fuente de ingresos «tuvimos que emprender un viaje hacia lo desconocido, empezamos a trabajar en el campo, tuvimos la oportunidad de trabajar en la cosecha de arándano, frambuesa. Hubo una oportunidad y nos fuimos a trabajar a Arandas, en el mezcal. Después se escaseo el trabajo en el campo y nos fuimos a vender manzanas y algodones por las calles. Cuando eso ya no sé vendía y en la necesidad y desesperación por mantener a la familia acudimos a algunos semáforos de Guadalajara a trabajar nuestros actos y a lo que la gente nos aportara» platica Rocío Ramírez, aerealista y edecán en el acto de lanzamiento de hachas y cuchillos. También es madre de una pequeñita de cinco años de edad, quien ya realiza sus primeros números en función.

Una vez que se les permitió la reapertura, los problemas económicos no terminaron, pues aseguran que el ingreso de personas a las funciones no volvió a ser como antes, «como a nosotros, le afectó al pueblo (la pandemia), mucha gente se quedó sin trabajo y nosotros dependemos mucho del pueblo y la gente como que está un poco asustada todavía» comenta otro integrante del elenco, quien además asegura que en el circo se lleva a cabo todo el protocolo de prevención de contagios.

Las medidas de seguridad que se están implementando nuevamente en el Estado, como la reducción de aforos y el cierre de antros y bares, preocupa a la familia que conforma el circo Hermanos González, pues aseguran que no resistirían un cierre más «Miedo sí hay, bastante, no solo en la empresa de nosotros sino en todas las empresas circenses del país. El año pasado fue un año muy difícil, nos costó mucho encontrar trabajo, no nos querían dar porque somos ambulantes, por la fama de que los del circo son rateros, irresponsables, soportamos humillaciones, discriminación. No aguantaríamos otro cierre más, mejor buscaríamos ya dedicarnos a otra cosa » comenta Daniel González, para quien después de 19 años trabajando como artista en el circo, sería muy difícil abandonar las carpas.