El maltrato y crueldad animal comprende un espectro mucho más amplio que la agresión contra perros y gatos
Para muchas personas el contacto con la naturaleza se experimenta con la observación, la caminata en cerros o zonas forestales, incluso cultivando algún tipo de planta o flor, pero para algunas otras personas la experiencia parece ser diferente, torturando animales o insectos para documentarlo en video y/o compartiendo en sus redes.
Múltiples estudios, principalmente desarrollados en universidades de Estados Unidos, explican que los insectos y moluscos son capaces de sentir dolor y la mayor prueba de ello son neurotransmisores que han encontrado en estas especies, pero también, que esto es evidente debido a la reacción que tienen ante diversas situaciones que les dañan o ponen en peligro.
Por otra parte, un estudio publicado en el Journal of the American Academy of Psychiatry and the Law en 2002, encontró que la conducta de maltrato de animales puede estar ligada a diversos trastornos de la personalidad, como el sadismo y la antipatía, y explica que la conducta se puede observar con mayor frecuencia en niños.
Por otra parte, Nuria Querol Viñas. Médica y Bióloga. Investigadora de la Fundación de la Escuela de Prevención y Seguridad Integral de la Universidad Autónoma de Barcelona y la Universitat Oberta de Catalunya. Miembro de la Asociación Americana de Criminología, Especialista en crueldad hacia animales. Miembro de la Asociación Internacional para el Estudio de Trastornos de Personalidad, presentó un estudio en 2008 en el que explica la relevancia de la violencia hacía los animales dentro de la conducta humana.
“La crueldad hacia los animales constituye uno de los síntomas del trastorno de conducta” afirma la investigadora y concluye con la explicación de que “cada vez que dejamos de tomar en consideración el maltrato a los animales, somos partícipes de una actitud moralmente injusta y perdemos una oportunidad de identificar un comportamiento que podría ser un precursor de violencia contra los humanos”.
Recientemente, un video difundido por un hombre en el que tortura una abeja hasta matarla, desató indignación entre los cibernautas, que calificaron la acción como algo cruel y sádico, incluso cuestionar el estado en que se encontraba la persona al momento de hacer la video grabación.
En ese sentido redes sociales constantemente son utilizadas para la difusión de contenido, como el compartido por el funcionario del Gobierno de Tlajomulco y regidor electo, Carlos Bustamante, quien, en su cuenta personal de Facebook, publicó un video en el que se puede observar que una persona echa sal de grano a una babosa y esta se retuerce de dolor hasta morir, mientras de fondo se escucha una canción de José Luis Perales.

El tipo de molusco que se aprecia en la publicación, cuenta con una anatomía que está mayormente compuesta por líquido y al entrar en contacto con la sal, esta extrae dicho líquido hasta que el animal muere deshidratado.
Al preguntar sobre dicho video, el funcionario explicó que ya había borrado el video, mismo que dijo haber compartió porque le pareció “raro”, además de que él no lo había grabado, sino que le llegó como mensaje de whatsapp en un grupo donde lo agregaron involuntariamente y del cual ya se salió debido a que publican “pura barbarie”, aunque no pudo comprobar que el video realmente le fue enviado.
Bustamante explicó que no encontraba el problema e insistió que el video no lo hizo él, “Yo no va a tener tiempo de estar haciendo esas cosas”, es decir el funcionario solo lo vio, descargó, editó y compartió durante sus horas de trabajo.
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