El presunto agresor de Rubí, joven de 23 años. es su ex pareja, Ministerio Público de la Fiscalía del Estado
Rubí ingresó a la Fiscalía del Estado para hacer prácticas profesionales como estudiante de derecho, su ilusión era la posibilidad de comenzar una carrera en una institución dedicada a la procuración de justicia, sin embargo, lo que encontró fue la peor experiencia de vida para ella y sus familiares, que ahora la buscan al estar desaparecida.
El infierno comenzó para Rubí cuando terminó la relación sentimental que sostenía con su ex pareja, Ministerio Público de nombre Luis, pues a los pocos días de la ruptura, la joven denunció la publicación de fotos y videos de contenido intimo en diversas redes sociales, presuntamente filtradas por la ex pareja.
“en las imágenes aparecía el nombre de esta persona, el teléfono y el mensaje de que si querían más fotos lo contactaran o contactaran a Rubí”, explicó su abogada, Carmen Ochoa, “a raíz de eso ella presenta una denuncia el 28 de abril y sube un video en sus redes sociales manifestando esa situación”.
El primero de mayo, cuando caminaba por calles del centro de Guadalajara, Rubí fue abordada por un sujeto que, de acuerdo a la versión plasmada en la denuncia posterior a estos hechos, se encontraba armado y con amagos, la obligó a ingresar a un motel ubicado sobre la avenida 8 de Julio, cercano a la clínica #46 del IMSS.
En el lugar, Rubí fue agredida físicamente y además recibió amenazas para que retirara la denuncia y las publicaciones que involucran a su ex pareja, de lo contrario, le harían daño a su familia.
La joven de 23 años, con apoyo de personal del motel, logró pedir ayuda a las autoridades, lo que llevó a elementos de la policía de Guadalajara a atender el caso que le llevó a interponer una ampliación a su denuncia y se generó una medida de protección, pero no se le otorgó un dispositivo “pulso de vida” como parte del protocolo de atención a casos de violencia contra la mujer, sin embargo, además no se ejerció acción alguna contra su presunto agresor.
Desde ese momento las amenazas de muerte y desaparición, así como el acoso, se convirtieron en cosa de todos los días, tanto en su teléfono personas como en sus redes, en donde le hicieron llegar videos íntimos a los que solo la pareja había tenido acceso.
Finalmente, el 18 de mayo fue la última vez que tuvieron comunicación con la joven que para ese momento, cuya desaparición ha sido minimizada por las autoridades ante la posibilidad de que Rubí hubiese decidido huir de la ciudad ante la situación que atraviesa, pero a consideración de su abogada, tampoco fueron capaces de garantizar la seguridad a la estudiante o al menos hacerla sentir cobijada por las instituciones correspondientes.
Actualmente son cuatro días sin que se sepa dato alguno sobre el paradero de Rubí, por lo que los familiares piden apoyo de la sociedad en general sobre datos que puedan ayudar a dar con su paradero.
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